¿Qué ventajas tiene ser perezoso?

Pensamos que la evolución siempre beneficia al más rápido, al más grande, o al más fuerte. ¿Por qué entonces hay animales lentos, pequeños y débiles? ¿Cómo se salvaron de extinguirse los perezosos?

¿Imaginas un animal veloz como chita con espinas de erizo, alas de halcón, vista de águila, olfato de perro, oído de murciélago, mandíbula de tiburón, veneno de araña y… pestañas de camello? ¡Ah el animal perfecto, dotado para sobrevivir en cualquier hábitat! Pero, si éstas son ventajas evolutivas ¿por qué no existe un animal así? Sería la mascota perfecta para un equipo deportivo, pero no podría existir en la naturaleza. Cada animal posee características apropiadas que les permiten sobrevivir en su ambiente natural. A veces estas características no parecen taaaan útiles desde nuestro punto de vista; ser pequeñito, ciego, torpe o leeeeeento suena desventajoso. 

Animales pequeños

Uno pensaría que ser pequeño es una desventaja evolutiva, sobre todo si estas en el patio de la escuela. El colibrí abeja, es el ave más pequeña del mundo. Vive en la Isla de la Juventud en Cuba y mide solamente cinco centímetros pero puede volar hasta ciento catorce kilómetros por hora. Vivir en una isla es complicado, los recursos son muy limitados, por eso las especies pequeñas que requieren menos energía son más exitosas. 

Las arañas tigre macho miden 6 milímetros. Usan el viento para llevar su tela hasta sesenta centímetros de una rama a otra. Para una persona significaría mantenerse en el viento a casi doscientos  metros ¡Ops! Para ellos, es posible por su diminuto tamaño pues son más livianos y se mantienen más tiempo en el aire. Y al transportarse más, tienen más oportunidades de encontrar a una hembra receptiva y poder aparearse. Las hembras de su especie miden veinticinco milímetros y al igual que nosotros, mejor no saltan.

Animales ciegos

Los depredadores tienen muy desarrollado el sentido de la vista, pero algunos animales no se enteraron de esta ventaja evolutiva. La hembra de diablo negro debe cazar para sobrevivir, pero pareciera que todo está en su contra, vive en la zona abisal y su visión es sumamente pobre. En cambio, los machos cuentan con mejor visión, pero no la aprovechan para cazar, junto con sus ojos y otro órgano especializado, usa sus sentidos para encontrar pareja. Una vez que la encuentra el muy sinvergüenza se queda pegado a la hembra y vive a sus expensas. A pesar de su ceguera la hembra ha desarrollado otras adaptaciones. Un anzuelo bioluminiscente, unos pequeños puntos blancos sensibles al movimiento, una boca enorme y un estómago altamente flexible le permiten alimentarse sin necesidad de usar lentes.

Animales torpes

Hay animales que a pesar de que nos parecen muy simpáticos no podemos negar que son torpes. Los pingüinos con sus patas cortas, su cuerpo regordete y su andar curioso, gastan el doble de energía en desplazarse en tierra que cualquier otro animal de su mismo peso y eso que el balanceo les ayuda a ser ochenta por ciento más eficientes. Eso de ser torpe no parece tener ninguna ventaja. Pero esto es porque los pingüinos son más hábiles para nadar que para caminar. 

Animales lentos o sésiles

Ser lento tampoco es tan malo, moverse lentamente requiere menos energía que hacerlo rápido.

De hecho, hay animales que no se mueven para nada. Como las esponjas, corales y bivalvos; ellos no desperdician su energía buscando comida, sino que esperan que la comida llegue hasta ellos a través de las corrientes, algo así como servicio a domicilio.

Las tortugas son lentas, pero su comida es aún más lenta. Por eso no tienen la necesidad de andar rápido y ¡aún así pueden llegar hacerlo en caso de peligro! Además, cuentan con una súper protección por si son atrapadas.

¿Y los perezosos? 

En el pasado había cincuenta géneros de perezosos que hoy están extintos. Los cincuenta eran enormes y no vivían en los árboles. Son exclusivos de América y fueron parte de la megafauna del pleistoceno, época en que las condiciones ambientales favorecieron al gigantismo. En ese entonces eran comunes los mamuts, mastodontes, caballos, rinocerontes lanudos, camellos, bisontes de cuernos largos, felinos dientes de sables y ¡perezosos gigantes! ¿Recuerdas a Sid el de La Era de Hielo? Él era uno de ellos, pesaba doscientos cincuenta kilos y de largo medía casi 3 metros. Sus parientes más grandes pesaban 5 toneladas y medían 6 metros. La fauna gigante era muy fácil de identificar y también muy atractiva por su carne para los cazadores y su extinción se atribuye principalmente a la caza humana.

Las 6 especies vivas de perezosos pesan apenas 5 kilitos. El tamaño pequeño y comportamiento lento y arborícola que persistió hasta hoy es el menos común entre sus ancestros. Y también el más exitoso para estos tiempos.

Los perezosos no tienen pereza, sino que llevan su vida con parsimonia, una tranquilidad que al final de cuentas es bastante ventajosa. Su moderación hace que necesiten muy pocos recursos para sobrevivir. Tienen el ritmo metabólico más lento que cualquier mamífero ¡Tardan un mes para digerir una comida de un puñado de hojas! y pasan toda su vida en unos cuantos árboles. Su calma ante la vida, el color de su pelaje junto con las verdes algas que crecen en él lo hacen un silencioso integrante de la selva tropical difícil de ser detectado por sus depredadores.

La evolución no tiene planes, ni metas, tampoco pretende formar organismos cada vez más complejos. La mitad de la biomasa del planeta está constituida por los organismos simples, que han sido la forma de vida dominante a lo largo de la historia. Evolucionar no significa llegar a la perfección, sino conservar características útiles que permiten sobrevivir a los animales en su ambiente natural.

¡Ah! y la próxima vez que te digan perezoso recuerda, no es pereza… es parsimonia.

¡CuriosaMente!

Créditos

Separador Morado