Pienso ¿Luego actúo? Cómo decide nuestro cerebro
Ve aquí el programa de la Semana del Cerebro: http://www.inb.unam.mx/historias_noticias/2019/SemanaCerebro.pdf
Todos los días realizamos acciones y tomamos decisiones de manera consciente, y tenemos la certeza que decidimos de manera libre, dueños de nuestros actos. Pero hay estudios neurológicos que cuestionan esta noción del libre albedrío.
El psicólogo Daniel Kahneman dice que en nuestra mente actúan dos sistemas: uno de ellos es analítico y parece estar en control, pero el otro es rápido y suele tomar decisiones basadas en patrones anteriores, sin que la conciencia realmente intervenga, sino hasta después. Algunos estudios neurológicos parecen confirmar el hecho de que muchas veces actuamos… y luego pensamos.
¿Cuál es el mecanismo que hace funcionar nuestro cerebro, desde que percibimos algo, hasta que actuamos?
Las neuronas son las células que forman el sistema nervioso y tienen una función muy importante y fundamental, que es mandar información de una célula a otra. Estas células funcionan como redes, sobre todo en el cerebro. Son redes complejas que todas juntas logran hacer algo que por sí solas no podrían hacer, y por supuesto requieren de una entrada que son los órganos de los sentidos, y de una salida que son los músculos que nos permiten movernos para cantar, bailar, escribir, hablar... Y en ese proceso, entre una cosa y otra, está el pensamiento, que también surge gracias a este mecanismo fundamental de transmisión de información entre células.
¿Hay decisiones que no pasan por nuestro cerebro? ¿Los reflejos serían algo así?"
No toda la información necesita llegar al cerebro para que se ejecute una respuesta, los reflejos ostioterminosos por ejemplo, es un claro caso, en el que si golpeamos la parte baja de la rodilla, se ejecuta un movimiento de extensión de la pierna. Este tipo de reflejos tienen que ver solamente con la información que viene en los músculos que debe de tener cierto nivel de tensión y que cuando cambia abruptamente se manda una señal a la médula espinal, y ahí mismo en la médula espinal, se ejecuta o se manda la información, a través de un vía descendente para llegar a los músculos que necesitan hacer el movimiento en la pierna. Le pegan en la frente, lo más probable es que en las primeras dos o tres veces, va a cerrar los ojos como un mecanismo de defensa, y eso es un reflejo, sin embargo, después de la tercera, cuarta o quinta, la persona ya sabe que le están tocando la frente y que esto no representa ningún peligro y puede modular este reflejo y dejar de parpadear antes del mismo estímulo.
Por ejemplo hay una cosa que se llama ceguera cortical, y en estos casos de ceguera cortical lo que sucede es que una persona con una lesión, un tumor, un infarto, una hemorragia que involucre la parte de la corteza visual pero que deje intactos los primeros relevos de la vía visual, son personas que reportan que no ven, y que efectivamente están ciegos para todos fines prácticos, uno les puede decir: ¿cuán dedos tengo en mi mano derecha? y no van a poder decir cuántos, pero si uno intenta lanzarles un pedazo de papel o algo, la persona inmediatamente va a sentir la necesidad y va a ejecutar el movimiento de esquivar esto aunque no pueda decirnos nunca la razón por la cual necesitó hacer este movimiento, simplemente dice: yo sentí, yo “vi” que algo se acercaba a mi rápidamente, me quité pero no te puedo decir ni de que color era lo que se acercaba a mi. Este es un caso en el cual tenemos un reflejo en el cerebro, pero no llega hacia la parte receptora consciente.
¿Es cierto que tomamos mejores decisiones cuando estamos tristes que cuando estamos alegres?
Saber cual es la relación que hay entre la tristeza o la alegría y la toma de decisiones es un poco complicado de abordar, pero lo que sí podemos analizar un poco tratando de responder esta pregunta, es cómo las emociones influencian en nuestra toma de decisiones, por ejemplo, si tenemos emociones, hablemos de valencias, emociones positivas como la alegría y emociones negativas como el enojo y la tristeza, si nos va a llevar a tomar decisiones diferentes, por ejemplo, una persona que está bajo una emoción con una valencia positiva, probablemente sea una persona más persistente para conseguir las cosas. En el otro lado tenemos las emociones con valencia negativa, como por ejemplo la tristeza o el enojo, que son muy diferentes entre ellas pero las vamos a catalogar como emociones negativas, eso generalmente acompaña a la gente con una baja liberación de un neurotransmisor importante que se llama dopamina, que es la que nos da la motivación para ejercer varias conductas. La gente triste generalmente no siente que este muy activa y queriendo hacer muchas cosas, entonces las toma de decisiones también, es buscar actividades de bajo riesgo para tratar de preservarse porque están en una situación particular en la que necesitan guardar energía. Pero lo que sí es muy importante recordar es que las emociones determinan muchas de nuestras decisiones y estas emociones no son producto de nuestro estómago ni de nuestro corazón, sino más bien es la expresión de nuestras neuronas.
¿Cuál es el papel de las emociones en la toma de decisiones?"
En el contexto de las emociones, a la hora de tomar una decisión o dar una respuesta, ¿Qué tan importante es la emoción?, sabemos por experiencia de todos los días, que si yo estoy enojado, y me hacen en ese momento una pregunta, probablemente responda de una manera negativa, hay una estructura cerebral que responde fuertemente a este tipo de respuestas y si nosotros en ese momento le hacemos una pregunta a ese individuo, es muy probable que el peso de esa respuesta este dado por esta estructura, que se conoce como la amígdala, en particular, nosotros tratamos de hacer preguntas en una emoción específica, es decir, en el contexto de la cooperación y la no cooperación, cuando alguien es buena gente, cuando alguien es mala gente, entonces, respondemos hacia un contexto de una emoción positiva o una emoción negativa. Cuando nosotros hacemos estudios de esa manera, podemos ver que diferentes estructuras cerebrales se activan, están claramente involucradas en estas decisiones, y es un trabajo muy interesante, es básicamente el tipo de trabajo que hacemos en este laboratorio, y es lo que nos guía en nuestra investigación.
¿Hay una parte del cerebro encargada de la toma de decisiones?
Tomar decisiones es algo que puede ser muy simple o muy complejo: dependiendo precisamente del grado de la complejidad de lo que se decida, entonces es el grado de complejidad de las estructuras que participarán. Algo que tiene que ver con solamente decidir qué cosa percibimos es la corteza prefrontal, esta área que se encuentra en la superficie de nuestro cerebro. Pero si tenemos que contestar la pregunta de cómo decidimos cosas mucho más complejas, que tienen que ver por ejemplo con premios, decidir si va a ser mayor y castigo o menor y castigo, acordarnos de cosas para tomar esa clase de decisiones, entonces hay otras estructuras por debajo de esas cortezas que nos ayudan precisamente a tomar decisiones. Tenemos por ejemplo los ganglios basales, tenemos el núcleo acumbens que nos ayudan a reconocer precisamente esos premios y castigos que al fin y al cabo son los que también nos ayudan a tomar las decisiones. Entonces, digamos que son todas las estructuras que participan en los procesos de recordar, tenemos que acordarnos de muchas cosas cuando tomamos decisiones.
¡CuriosaMente!