¿La biotecnología es mala?

¿La biotecnología es mala? Descubre aplicaciones biotecnológicas que han mejorado nuestra vida.

Cuando oímos la palabra tecnología, nos viene a la mente la electrónica, máquinas mecánicas o eléctricas. Pero la tecnología también tiene que ver con los seres vivos. La biotecnología muchas veces nos es presentada como un monstruo, pero puede ser un ente generoso: hoy hablaremos de cómo usamos organismos vivientes, incluso mutantes artificiales, para mejorar diferentes aspectos de nuestras vidas.

¿Qué es la biotecnología?

La biotecnología es la ciencia que usa organismos vivos o sus derivados para crear productos o servicios. Muchas disciplinas están implicadas en estas tecnologías: química, biología, genética, virología, ingeniería… y hasta la veterinaria.

Según su aplicación, se clasifica a la biotecnología en varios tipos:

  • La roja, aplicada a la salud. Desarrolla vacunas y nuevos fármacos.

  • La blanca, dirigida a la industria. Busca producir nuevos químicos, modificar productos o cómo degradar contaminantes.

  • La azul: relacionada con todas las sustancias que pueden provenir del mar.

  • La verde tiene que ver con procesos agrícolas. Busca producir plantas resistentes al clima y a las plagas.

Algunas aplicaciones

  1. Si eres intolerante a la lactosa, probablemente consumas leche deslactosada. ¿Pero cómo pueden quitarle esta sustancia a la leche? ¿la cuelan? Lo que en realidad se hace es agregarle otra sustancia: una enzima llamada lactasa, que es una molécula que descompone la lactosa en dos azúcares: glucosa y galactosa (por eso la leche deslactosada sabe más dulce). ¿Y de dónde se saca esta enzima?¿Sabes lo que es la E. coli? Es una bacteria que seguro tienes en tu cuerpo y que tiene algunas variedades que causan diarreas o infecciones urinaras. Pues se ha modificado genéticamente a una cepa de E. coli para producir lactasa, la cual se le agrega a la leche para que puedas desayunar tu cereal o cenar tu pan con leche sin problemas estomacales. Este es un ejemplo de biotecnología blanca.

  2. El Ecteinascidia turbinata, una especie de “chorrito de mar” que pertenece a los tunicados. Una empresa española sintetizó, a partir de este animal, una sustancia llamada Trabectedina, útil en el tratamiento de sarcoma y otros tipos de cáncer. Podrá ser también biotecnología roja, pero como proviene del mar se le considera biotecnología azul.

  3. En muchas partes del mundo el arroz es parte importante de la dieta. Lamentablemente el arroz no contiene vitamina A y estos países: Bangladesh, India, Pakistán, Sri Lanka, sufren de deficiencia vitamínica. Los científicos Ingo Potrykus y Peter Beyer le insertaron al arroz genes de maíz y de una bacteria y desarrollaron un arroz rico en Beta Caroteno (el otro nombre de la vitamina A). Lo llamaron “arroz dorado” y potencialmente podría solucionar el problema. Pero al parecer por ahora necesitarías comerte cuatro kilos de arroz para obtener el mismo beta caroteno que te daría una zanahoria… y el arroz no ha salido al público. Para algunas organizaciones la solución no es crear más alimentos o hacerlos más ricos en nutrientes, sino que los alimentos estén mejor distribuidos: actualmente una tercera parte de los productos terminan en la basura mientras mucha gente padece hambre.

  4. Cuando alguien sufre una quemadura y pierde parte de su piel, la biotecnología entra en acción. Existe un área llamada medicina regenerativa que se encarga de diseñar tejidos artificiales que se usan para reemplazar la estructura del cuerpo que se dañó.

  5. El plástico del que están hechas muchas de las botellas de agua y refresco se llama PET y deshacerse de él ha sido un gran problema. Pero Federica Bertocchini, una investigadora del Consejo Superior de Investigaciones ha descubierto por accidente que los gusanos de la cera (Galleria mellonella), que habitualmente se alimentan de miel y cera de los panales de las abejas, son capaces de degradar plástico. Gracias a este accidente se está investigando qué molécula permite les da a estos gusanos su superpoder. Cuando se encuentre, se podrá modificar a bacterias para que produzcan esta proteína o enzima. Es cierto que ya se conocen enzimas que degradan tereftalato de polietileno (PET) y poliuretano a base de éster (PUR). Pero las mejores enzimas activas PUR y PET aún no pueden actuar  sobre los polímeros de alto peso molecular de poliestireno, poliamidas, cloruro de polivinilo, polipropileno, poliuretano a base de éter y polietileno. En total, estos polímeros representan más del 80% de la producción anual de plástico.

  6. Cada año se derraman en el mar alrededor de 120 millones de litros de petróleo ¡Gulp! Pero hay unos organismos llamados “hidrocarbonoclásticos” que dependen de los hidrocarburos para sobrevivir. Las bacterias hidrocarbonoclásticas pueden oxidar y descomponer los componentes del petróleo utilizando oxígeno, nitrato, hierro férrico o sulfato. Como estos microorganismos son difíciles de conseguir, las cepas “comerciales” se modifican genéticamente para que produzcan las enzimas necesarias y así tener un banco de bacterias bastante amplio en caso de un derrame. Claro que quizá sería mejor NO derramar petróleo en primer lugar...

  7. Si vives con diabetes sabrás que un procedimiento algo engorroso es medirte diario la glucosa: pincharte un dedo cada día no es nada agradable. Pues actualmente un grupo de científicos han desarrollado un producto llamado “biotinta” con el que se te pinta un tatuaje en la piel. Y el tatuaje cambiaría de color si tu nivel de glucosa en más alto de lo normal. ¡Y además se te vería cool! Este es un ejemplo de biotecnología roja. Este es un proyecto que están realizando los estudiantes del Tec de Monterrey campus Guadalajara. Lo presentarán a finales de octubre en la competencia internacional de biología sintética llamada iGEM en Boston, MA.

Y, aunque la biotecnología no está libre de controversia, esos son sólo siete modos en los que este “monstruo” puede, de hecho, mejorar nuestras vidas.

¡CuriosaMente!


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