¡Dinosaurios! ¿Cómo sabemos qué apariencia tenían?
Si sólo se han encontrado fósiles, o sea, restos petrificados de partes del cuerpo ¿cómo sabemos que forma, color y textura tenían los dinosaurios? ¿Cómo sabemos cómo se veían los dinosaurios?
Hemos visto dinosaurios representados en innumerables películas y dibujos animados. Pero, si sólo nos hemos encontrado huesos y otros restos fósiles: ¿Cómo sabemos qué apariencia tenían?
Evidencia fósil
Los humanos han encontrado fósiles desde hace mucho. Por ejemplo, manuscritos chinos de hace dos mil años describen “huesos de dragones”. Y en Inglaterra, en 1670, el Reverendo Plot registró un trozo de fémur que pensó que pertenecía a un gigante como los que describe la Biblia.
Los primeros fósiles descritos por la ciencia moderna fueron un diente y una espina enorme encontrados por Gideon Mantell y Richard Owen. Les parecieron similares a los de las iguanas, así que al animal le pusieron Iguanodonte. Junto con el ser descubierto por Plot, ahora nombrado Megalosaurio, y el Hylaeosaurio, formaron un nuevo grupo: los dinosaurios.
Representaciones
Desde el principio, los artistas tuvieron dificultades para representar animales que nunca habían visto. Se tenían que basar en algo conocido para dibujarlos. Incluso antes, cuando a los europeos les llegaban noticias de seres extraños como los elefantes, cocodrilos o dromedarios, las ilustraciones difícilmente ocrrespondían con la realidad…
Por eso en esa época los dibujos de dinosaurios bípedos con cola larga, como el Tiranosaurio, tienen una postura similar a la de los canguros. Y como tienen similitudes con los reptiles actuales, imaginarlos con escamas parecía lo más adecuado. Lo cierto es que los dinosaurios ahora los comprendemos como el grupo de animales que incluye a las aves.
Cuando se descubren algunos fósiles como el del Deinonychus, resulta evidente que si los huesos de la cadera se colocan en una postura más parecida a las de las aves, los huesos embonan mucho mejor. El favorito de todos, el Tiranosaurio, pasó de verse como canguro, a tener esta postura más horizontal. ¡Eso es porque las aves SON dinosaurios!
Los avances de la ciencia actual, como los estudios genéticos y la cladística (que estudia y organiza a los organismos de acuerdo con sus relaciones evolutivas) permiten saber qué especies estaban más emparentadas con qué otras. Así, aunque de una especie se tengan pocos restos, se pueden usar los rasgos que se conocen de especies cercanas permiten completar el rompecabezas para crear representaciones más acertadas.
Por ejemplo, gracias al descubrimiento del Kulindadromeus ahora sabemos que la mayoría de los dinosaurios podrían haber tenido plumas además de escamas
Paleoartistas
Quienes se dedican a representar dinosaurios se llaman “Paleoartistas”. Suelen basarse en los esqueletos encontrados y, usando todos los datos conocidos, reconstruyen la imagen del animal añadiendo músculos, piel, plumas y colores.
Estamos ante el caso de “lo que no saben lo inventan”. Por eso los dinosaurios se suelen ver aterradores: si un artista del futuro encontrara el esqueleto de un gato y reconstruyera al al animal, sin saber que tenía grasa y pelo, en vez de una bolita de ternura, posiblemente obtendría una criatura espantosa. En el caso de los dinosaurios, suelen faltar muchos datos.
Fósiles mejor conservados
Pero en los últimos años han surgido fósiles muy completos, como los del Edmontosaurio, que dejó impresiones de su piel en el barro que muestran claramente la piel escamosa, o el Braquiolofosaurio, que incluso dejó impresa la forma de sus músculos.
O el Psittacosaurio, que dejó un fósil tan completo que se le ha llamado “momia”: ha permitido hacer la representación más íntegra que se conoce hasta ahora: gracias al fósil se ha podido saber hasta la textura ¡y el color de su piel! Yno olvidemos la gran cantidad de dinosaurios emplumados encontrados en China.
Quizá nunca sabremos con total exactitud cómo era cada uno de los dinosaurios, pero cada vez sabemos más.
Sobre todo si siguen habiendo descubrimientos emocionantes, como el fósil de un Nodosaurio, que se descubrió en Canadá en 2011: no es un esqueleto, sino que muestra al animal completo con su cuerpo acorazado.
¡Curiosamente!