¿Aún existen los esclavos?
Oímos la palabra "esclavitud" y parece cosa del pasado. ¿Aún sucede esta horrible práctica? ¿Qué podemos hacer para terminarla?
La esclavitud ha existido en muchas culturas en algún momento de la historia y se ha dado en diversas formas. Sabemos que ya en algunas poblaciones cazadoras-recolectoras donde había abundancia de recursos, como los indios americanos de la costa Noroeste del Pacífico había esclavos. Pero esta práctica realmente creció con la agricultura, hace 11000 años: al haber más recursos también hubo más desigualdad en cómo eran repartidos. Hoy en día nos parece que la esclavitud fue abolida y es cosa del pasado ¿es realmente así?
Definición
Primero habrá que definir qué es esclavitud. La Walk Free Foundation la describe como una situación de explotación a la que una persona no puede negarse debido a amenazas, violencia, coerción, abuso de poder o engaño".
Con esta definición podemos decir que sí, aún hay esclavitud en el mundo, y no necesariamente nos referimos a que tu jefe te hace trabajar los sábados.
Esclavitud moderna
Las situaciones de esclavitud se dan en muchos entornos: el hogar, la industria e incluso algunos gobiernos. Hay algunos tipos de esclavitud que, por más sorprendente que nos parezca, siguen existiendo: como la esclavitud prendaria, que es cuando una persona es dueña de otra, y de toda su descendencia. Si tu tatarabuelo fue esclavo tú naces siendo esclavo.
Esclavitud laboral
La mitad de los esclavos modernos sufren de esclavitud laboral. A partir de promesas de trabajo, engaños, deudas injustas, o trata de personas, bajo amenazas se obliga a las personas a trabajar largas jornadas de trabajo y en terribles condiciones, con un salario miserable o nulo. Las principales áreas donde se da este tipo de esclavitud son: pesca, agricultura, minería, construcción, drogas, trabajo doméstico, belleza o mendicidad forzada.
Explotación sexual
La otra mitad de los esclavos modernos sufren de explotación sexual y matrimonio forzado.
Las mujeres y niñas son las más vulnerables, representan el 99% de víctimas en la industria sexual y el 58% en los otros sectores. Sin embargo, la información y datos que se tienen de la esclavitud son escasos y muy difíciles de obtener: se trata de de una actividad ilegal y los números no son exactos.
Sabemos que en 1860 veinte de cada mil personas eran esclavas. En 2016 son sólo 5 de cada mil. Aunque ha bajado el porcentaje, son más de cuarenta millones de personas ¡nunca antes en la historia había habido tal cantidad de personas sometidas!
Otro dato alarmante es que durante 400 años el precio promedio de un esclavo equivalía a 40 mil dólares actuales, mientras que hoy en día el promedio es de 90 dólares, lo que nos da una idea de cómo el trabajo, y los seres humanos, se han vuelto prácticamente desechables.
Muchos de los productos que consumimos como teléfonos, ropa, cosméticos y comida, así como muchos servicios desde limpieza, belleza y salud están relacionados con la explotación de personas sometidas a trabajos forzados.
Casos reales
Dorsen, tiene 8 años y vive en la República Democrática del Congo, trabaja extrayendo cobalto de las minas. Junto con otros niños, entra a pequeños agujeros, trabaja doce horas al día respirando polvo mineral letal, en condiciones de violencia y extorsión y gana un dólar al día. El cobalto extraído será usado en las baterías de litio para tu computadora, tu smartphone y tu carro.
Karla Jacinto y vive en México, a los 12 años un hombre mayor la enamoró a base de engaños, con la promesa de casarse la llevó a otra ciudad y ahí, él la puso a trabajar en las calles a base de amenazas y la explotó sexualmente durante cuatro años. La prostitución es el segundo negocio más lucrativo a nivel internacional con ganancias de 150 mil millones de dólares al año y la mayoría de las mujeres llegan ahí por casos similares.
Afortunadamente estas historias tienen un mejor final y ambos pudieron escapar de su situación esclavizante, pero, no todas las personas pueden hacerlo.
¿Por qué sigue existiendo la esclavitud?
Hay 3 factores que desencadenan la esclavitud:
El primero es la sobrepoblación, entre más personas y más recursos existen, se ha observado una tendencia de mayor desigualdad en la distribución de bienes.
El siguiente factor son las situaciones de crisis como guerras o cambio climático entre otros…
Pero el principal factor actual que desencadena la esclavitud es la corrupción. ¡Ahh! ¿Entonces la esclavitud solo se da en países corruptos o en vías de desarrollo? Pues no. Si nos damos cuenta, esos productos, servicios y personas son trasladados al primer mundo para su consumo: en realidad la mayoría de las ganancias de la esclavitud las reciben estos países desarrollados.
¿Qué puedo hacer?
Y te estarás preguntando y yo ¿qué puedo hacer? Lo primero es reconocer el problema, sin minimizarlo. Informarse y crear conciencia en los demás. Cada vez que vayas adquirir un producto o contratar un servicio pregúntate si sabes de dónde viene: algunas empresas aseguran el trabajo digno. Si conoces o tú mismo eres un pequeño o gran empresario asegúrate de dar un trabajo digno y un salario adecuado. Alienta para que migrantes y refugiados sean vistos con buenos ojos y logren obtener un trabajo formal. Apoya a organizaciones que ayudan a personas a salir de esta situación para que tengan una buena educación y participación ciudadana. Atraer a todas las personas a participar en la vida política y económica traerá un impacto positivo a la actividad económica y un incremento en el desarrollo social.
Libertad
Pero, como ha existido la esclavitud también ha existido la libertad: en una tablilla sumeria escrita hace 2,300 años antes de nuestra era, se describe como el gobernante Urukagina redujo las diferencias entre clases sociales, disminuyó impuestos, trabajó contra la corrupción, y condonó deudas. Eso permitió que muchos esclavos “volvieran con sus madres”, lo que en sumerio se dice “Ama–gi”. Fue la primera vez en la historia que se escribió la palabra “libertad”.
¡CuriosaMente!