Star Wars: ¿Hay ciencia en la ficción?

¿Qué hay de ciencia en la ficción de La Guerra de las Galaxias? ¿Hay errores de física en las películas? Y ¿su éxito también fue logrado científicamente?

Star Wars, o como la conocemos en español, “La guerra de las galaxias”, es una de las sagas cinematográficas  más conocidas -y queridas- de todos los tiempos. Evidentemente es pura fantasía... ¿o no?

Si admitimos la posibilidad de que se explore el espacio y se conozcan razas extraterrestres en el futuro (o hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana), los sucesos de las películas son posibles. Pero aún quedan bastantes asuntos que van en contra de lo que dice la física.

Sonidos

Esas espectaculares explosiones que vemos -y oímos- en las películas, en el espacio no se podrían oir. En la tierra tenemos aire, que resulta ser muy bueno para transmitir las ondas de sonido (y el agua, aún mejor). Pero en el espacio no hay aire. Ni agua, por si te lo preguntabas. Así que no se podrían oír las explosiones, pero al parecer en alguna obra del Universo Expandido han explicado que, convenientemente, las naves de de las películas simulan el sonido para que los pilotos lo puedan oír.

Blasters

Otra cosa que no hace ruido son los láseres de la vida real, pero los blasters de las películas disparan con un agradable efecto. Y por supuesto que no se mueven tan lento. Un láser viaja a la velocidad de la luz, por lo que si te dispararan, primero tendrías un agujero y luego te darías cuenta de que te dispararon. ¡Ni Han Solo podría esquivarlos”. Pero claro, los blasters de la Guerra de las Galaxias no son láseres. Según Myth Busters, viajan a algo así como 210 kilómetros por hora, un poco más lento que una bola de “paintball”. Tal vez por eso los stormtroopers nunca podían atinarle a ninguno de nuestros héroes. (De todas maneras ¡casi imposible de esquivar!)

Espadas láser

El otro láser que no podemos olvidar es el lightsaber, que en español hemos llamado “espada láser”. Si se tratara en verdad de un láser, habría varios problemas… ¿cómo sabe el láser donde detenerse y no seguir indefinidamente como el rayo de luz que es? Si son rayos de luz..¿cómo pueden chocar entre ellos? Y ¿no bastaría vestirse con ropas plateadas para reflejar el rayo? Bueno, para ser justos, en las películas no han dicho que sean láseres, así que muy bien podría tratarse de rayos de plasma. Aunque para producir rayos de plasma se necesitaría la energía que sólo podría proporcionar un reactor nuclear, o un Cristal del sistema Adega...esa última fue una referencia muy geek especialmente para fans de Star Wars, no te preocupes si no la entendiste.

Sistemas binarios

También se ha criticado el hecho de que el planeta Tatooine gira en torno a dos soles, lo que se llama un “sistema binario”. Se creía que era imposible que hubiera planetas en este tipo de sistemas, pero se ha descubierto por lo menos un planeta que gira alrededor de soles gemelos.

Giros peraltados

Las naves de Star Wars, por ejemplo las X-wing, al cambiar de dirección rotan sobre su eje, haciendo lo que se llama “giro peraltado”, como si maniobraran dentro de la atmósfera, movimiento que en el vacío del espacio es absolutamente innecesario. Vaya, de hecho hasta las alas son innecesarias. Por lo que respecta al espacio, las naves podrían ser cubos. ¿Por qué, entonces, giran así? Por la misma razón que los sables de luz chocan y los blasters y las explosiones hacen ruido: ¡porque se ve increíble!

Monomito

Lo más increíble es lo profundo que Star Wars ha calado en nuestras conciencias ¿a qué se debe? El creador de la saga, George Lucas, ¿simplemente tuvo suerte, o hay algo de ciencia en la manera en que concibió la ficción? Resulta que sí hay ciencia detrás de la ficción. Mientras escribía la historia, Lucas leía “El Héroe de las mil caras”, de Joseph Campbell.

Campbell descubrió que muchas de las leyendas, historias sagradas  y mitos desde la antigüedad, aunque sean de diferentes culturas, sorprendentemente siguen un mismo patrón narrativo al que llamó Monomito o “El viaje del héroe”.

En este viaje, el héroe, ya sea Gilgamesh, Jesús, o Luke Skywalker, pasa por doce etapas. Habiendo nacido de una manera extraordinaria, vive en un mundo ordinario donde recibe un llamado a la aventura que primero rechaza, porque tiene miedo al cambio.

Luego encuentra a un maestro sabio (risa o frase de Yoda)y abandona el mundo ordinario para adentrarse en un mundo diferente. Ahí se enfrenta a varias pruebas y enemigos, pero también encuentra aliados. El héroe pasa las pruebas y se va acercando a su meta, pero llega una prueba en la que se juega la vida. Si se sobrepone a su miedo, el héroe recibe una recompensa que tiene que ver con el reconocimiento de su padre (frase “I am your father”)o un matrimonio sagrado.Finalmente, después de enfrentarse a la muerte, el héroe vuelve a su mundo ordinario, pero transformado, y llevando un elíxir u objeto sagrado con el que ayuda a su gente.

El estudioso de la cultura Jesús Martín Barbero piensa que el “pegue” que tienen ciertas narraciones se debe a que son fieles a formas simbólicas que compartimos como sociedad desde hace mucho. Esas formas tienen un “ADN” llamado matrices culturales. El “viaje del héroe” constituye una matriz cultural tan antigua y profunda que, una vez vestida con elementos de ciencia ficción que se ven tan atractivos en la actualidad, resulta irresistible.

¡CuriosaMente!

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