El Efecto Mandela ¿Por qué recordamos cosas que no ocurrieron?

¿Que mucha gente recuerde las cosas diferente de cómo ocurrieron significa que vienen de un universo paralelo? El llamado Efecto Mandela tiene una explicación...

Un día de diciembre de 2013 , Fiona Broom ve en las noticias que ha muerto Nelson Mandela, el sudafricano luchador por los derechos humanos. Se queda pasmada: está segura de que Mandela había muerto muchos años antes. Incluso recuerda detalles del funeral. Cuando lo comenta con otras personas, muchos piensan que está equivocada, pero otros le dicen que también recuerdan ese suceso en los años ochenta. Lo publica en Internet y resulta que mucha gente recuerda eventos diferentes a como ocurrieron: la ortografía del título de los libros de los Osos Berenstain, por ejemplo, o frases memorables de películas. ¿Qué está pasando? Fiona, convencida de que su recuerdo era real, especuló que había vivido en un universo paralelo y de alguna manera saltó a este universo. A esto se le llamó el “Efecto Mandela”

¿Habrá una explicación mejor? Vamos a hacer un experimento. Lee las siguientes palabras una sola vez, ¡no las escribas ni hagas pausas!: océano, bote, playa, redes, pescador, avión, gaviota, automóvil, remos, mar, redes, peces, ola, viaje, elefante, navegar…¿Listo? Seguimos con la explicación y volveremos al experimento más adelante.

¿Cómo funciona la memoria?

Dejando aparte posibles daños neurológicos, la memoria de la mayoría de las personas funciona diferente de como lo imaginas. Muchos creen que la memoria es como un archivo, donde se guardan los recuerdos y luego los recuperamos, pero no es así: la memoria no es estática. De hecho, no hay una parte del cerebro dedicada a la memoria, sino que está distribuida. Hay dos tipos de memoria: declarativa (cosas que puedes decir, como cuántas patas tiene un perro o una anécdota que te haya sucedido) y procedimental (cosas que sabes hacer, como andar en bicicleta). Ambos tipos forman circuitos vivos en las redes neuronales, y estos circuitos están constantemente adaptándose a nueva información. Por lo tanto, cada que recordamos algo, más que recuperarlo, lo estamos reconstruyendo, y muchas veces integrando información nueva o dejando fuera otra.

Volviendo al experimento: ahora escribe todas las palabras que recuerdes de la lista que dijimos antes. Si quieres, pon pausa ¡pero no tardes más de dos minutos ni vuelvas a ver la lista! Adelante ¿Ya escribiste? Eran quince palabras ¿Cuántas recordaste? Bueno, eso no importa. Lo importante es que lo más es probable que recuerdes la palabra... “barco”... aunque no estaba en la lista original (al elefante sólo lo pusimos para distraer).

No, no acabas de saltar a un universo paralelo. Esto se debe a que el acto de recordar funciona por asociación: un evento o conocimiento hace que broten a la conciencia recuerdos asociados… aunque a veces no sean los que realmente ocurrieron.

Recuerdos falsos

Son muchos los casos en los que personas inocentes van a la cárcel porque los testigos honestamente juran que vieron al acusado cometer el crimen. En un experimento hecho en el ejército de Estados Unidos, un soldado grita y maltrata físicamente por media hora a otro que está detenido. Después de liberado el soldado detenido, los investigadores le hacen preguntas acerca de su agresor mientras le muestran la fotografía de otra persona. ¡El 84 por ciento de los entrevistados identifican a su agresor como el de la foto aunque ni siquiera se parezca! 

Otro caso interesante es el de las personas que llegan con terapeutas de métodos cuestionables quienes, al buscar supuestos “recuerdos reprimidos”, usan sugestión e implantan memorias falsas en sus pacientes, y estos acaban creyendo que de niños fueron víctimas de abuso o formaron parte de extraños rituales.

Aplícalo

Como una broma, tú mismo puedes hacer que un amigo recuerde algo que no pasó. Si lo conoces desde hace mucho, háblale con convicción y de manera casual de una anécdota que nunca ocurrió. Si alguien más es tu cómplice, puede que lo acabes convenciendo ¡recuerda decirle al final que todo fue una broma! Y tú, cuando alguien te cuente alguna historia increíble, aunque lo haga con convicción y honestamente la crea, no significa que sea cierto.

¿Por qué tanta gente coincide en recordar el funeral de Mandela en los años ochenta?

Sucede que por esas fechas, cuando Mandela estaba en prisión, se hizo un concierto-tributo para apoyar su causa, además de que enfermó poco tiempo después, y en las noticias aparecían los funerales de otros activistas sudafricanos, como Steve Biko… en la memoria de algunas personas, esos sucesos podrían haberse mezclado  

¡CuriosaMente!

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